¿Qué pasa en las organizaciones cuando implementamos buenas prácticas?

17 Ago ¿Qué pasa en las organizaciones cuando implementamos buenas prácticas?

Sin Buenas Prácticas vs. Con Buenas Prácticas

Escenario 1: Imaginen que van a hacer un pastel, tienen todas las ganas de hacer un pastel, aman los pasteles y los pasteles es su pasión, pero no tienen receta, no saben qué ingredientes lleva, no saben qué pasos hacer, pero tienen todas las ganas de ese pastel, intuyen que ese pastel es el que tendrá el mayor éxito en el mercado, y lo empiezan a hacer. A la primera no sale bien, pero van perfeccionando por cada vez que hacen el pastel, van descubriendo qué ingredientes son los adecuados, en qué porciones, cuál es el mejor proveedor para esos ingredientes, la temperatura adecuada para el horno, así que “sólo” invierten 50 o 100 o más veces de echar a perder el pastel para que salga fabuloso. ¡Ah! y de pronto se dan cuenta que no guardaron en ninguna parte la receta, todo lo tenían en su cabeza, entonces, si ustedes salen de vacaciones, se enferman, el pastel se deja de producir, el negocio de pasteles se detiene.

Escenario 2: Quieren hacer un pastel, y llaman a la persona más experimentada en pasteles (juicio de expertos) para que nos transmitan el conocimiento de cómo se hace el mejor pastel, el tiempo de cocción, los mejores ingredientes, los proveedores adecuados, nos comparte los escenario de qué hacer si algo no sale como lo esperamos, y a la primera sale el pastel de sus sueños.

Suena sencillo, ¿verdad? En un pastel, y también es sencillo en organizaciones de cualquier tamaño, ¿qué hacemos? Hacemos un levantamiento de información y de acuerdo a las buenas prácticas (que no es algo más que conocimiento que expertos compilaron como lo que funciona mejor) y a las necesidades de cada proyecto/organización, hacemos ajustes en las organizaciones (pequeños, medianos y grandes) para que los engranes de las organizaciones estén en óptimas condiciones para producir el pastel de nuestros sueños.

Nosotros no somos expertos en hacer pasteles, ni en construcciones, ni en sistemas, ni en campañas de marketing digital, etcétera, etcétera, pero creamos el ambiente adecuado para que un pastel, o un sistema, o una construcción se lleve de la mejor manera, eficientando recursos, mejorando la comunicación, orientando a todos hacia un objetivo en común, dejando claras las responsabilidades, en fin, creamos un ambiente más sencillo para todos y productivo.

Si no las conoces, te invito a que lo intentes, yo pasé los primeros 15 años como líder sin tener idea que este mundo de las buenas prácticas existía, y cuando las conocí me enamoré y desde entonces nació mi afán de compartirlas con el mundo.

Ahora más que nunca las empresas requieren eficientarse, sacar lo mejor de cada una, identificar cuáles son los pasos siguientes.

En algún curso de PM que dí una de las asistentes dijo: “esto es como hacer las cosas como Dios manda, y no como Dios nos da a entender”, y sí, eso es exactamente lo que es.